Por Belén Fernández.-
Velódromo porteño: supo de esplendor; hoy, de decadencia
• Albergó Panamericanos.
• Basural con futuro incierto
Por: Belén Fernández
Hace 62 años fue uno de los escenarios de los primeros Juegos Panamericanos de la historia que tuvieron como sede a Buenos Aires y se lo reconoció como una de las más importantes pistas de ciclismo. Hoy lo invaden yuyos y pastizales, montañas de basura, un estacionamiento improvisado y tribunas con peligro de desmoronamiento. Es la historia del velódromo de la Ciudad de Buenos Aires, con un presente de abandono de mano de la inacción y en medio de una polémica sobre si es o no monumento histórico.
El predio de cuatro hectáreas ubicado en Figueroa Alcorta y Belisario Roldán, en el corazón del Parque Tres de Febrero, conoció usos diversos y pasó a desuso en 1980. Tras diez años en el olvido fue concesionado por 20 años a una empresa privada que también se hizo responsable del Golf, pero que nunca invirtió en él y pasó a ser un depósito de las instituciones cercanas.
Como propietarios actuales, desde la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de Mauricio Macri dicen estar "con las manos atadas", aunque con intenciones de cambiar la realidad del velódromo. "El edificio en sí es patrimonio histórico, por lo que no se puede derrumbar. Con base en esto, nuestra idea es trabajar sobre el escenario central y generar pistas de patín, caminos para andar en rollers, canchas de fútbol 5 y senderos para caminar", explicaron desde la subsecretaría.
Estos planes están comprendidos en un proyecto que salió desde la subsecretaría hace poco más de un mes, que está ahora siendo analizado para determinar la inversión que sería necesaria en el lugar y ofrecerlo en concesión. "Nosotros no tocaríamos las tribunas, serían espacios verdes con jardines colgantes", agregó la misma fuente.
Otra mirada
Pero la realidad es analizada de otro modo desde la Asociación Amigos del Lago de Palermo que se niegan a este proyecto. "Ellos quieren cambiar el uso del velódromo, quieren hacer un parque hormigonado y eso no lo pueden hacer sin la aprobación de la Legislatura", explicó a Ámbito Financiero el arquitecto y presidente de la asociación, Osvaldo Guerrica Echevarría. Según sostuvo el especialista el velódromo no es un monumento histórico, sino que está dentro de un área de protección histórica como es el Parque Tres de Febrero -300 hectáreas desde La Pampa hasta Intendente Casares-.
Un estudio realizado en 2007 por el Centro Argentino de Ingenieros señaló que las tribunas, con capacidad para 15.000 personas, presentaban fallas estructurales y corrían peligro de derrumbe. "Se recomienda su demolición, las mismas no tienen ningún valor histórico, ésa es una excusa que usa el Gobierno de la Ciudad para no invertir en esta zona", agregó Guerrica Echevarría.
Desde la asociación presentaron un proyecto de ley a la Legislatura porteña en 2010 que volvió a ser presentado el año pasado para demoler las estructuras existentes, dejando liberado el predio para de esta forma ganar un espacio verde en la ciudad. En ninguna de las dos oportunidades se trató la iniciativa.
Mientras el Gobierno de la Ciudad y las ONGs se disputan el terreno, la zona se transformó en un lugar inseguro, oscuro y con usos que poco tienen que ver con el deporte y el tiempo libre. Es que según denunciaron desde la Asociación, el club CUBA lindero con el predio, usa las hectáreas como estacionamiento para sus socios. La comisaría 23 de la zona deposita allí los autos secuestrados y hasta una empresa de mantenimiento desarrolló, en el viejo velódromo una base operativa; una realidad que dicen desconocer desde el gobierno.
El predio de cuatro hectáreas ubicado en Figueroa Alcorta y Belisario Roldán, en el corazón del Parque Tres de Febrero, conoció usos diversos y pasó a desuso en 1980. Tras diez años en el olvido fue concesionado por 20 años a una empresa privada que también se hizo responsable del Golf, pero que nunca invirtió en él y pasó a ser un depósito de las instituciones cercanas.
Como propietarios actuales, desde la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de Mauricio Macri dicen estar "con las manos atadas", aunque con intenciones de cambiar la realidad del velódromo. "El edificio en sí es patrimonio histórico, por lo que no se puede derrumbar. Con base en esto, nuestra idea es trabajar sobre el escenario central y generar pistas de patín, caminos para andar en rollers, canchas de fútbol 5 y senderos para caminar", explicaron desde la subsecretaría.
Estos planes están comprendidos en un proyecto que salió desde la subsecretaría hace poco más de un mes, que está ahora siendo analizado para determinar la inversión que sería necesaria en el lugar y ofrecerlo en concesión. "Nosotros no tocaríamos las tribunas, serían espacios verdes con jardines colgantes", agregó la misma fuente.
Otra mirada
Pero la realidad es analizada de otro modo desde la Asociación Amigos del Lago de Palermo que se niegan a este proyecto. "Ellos quieren cambiar el uso del velódromo, quieren hacer un parque hormigonado y eso no lo pueden hacer sin la aprobación de la Legislatura", explicó a Ámbito Financiero el arquitecto y presidente de la asociación, Osvaldo Guerrica Echevarría. Según sostuvo el especialista el velódromo no es un monumento histórico, sino que está dentro de un área de protección histórica como es el Parque Tres de Febrero -300 hectáreas desde La Pampa hasta Intendente Casares-.
Un estudio realizado en 2007 por el Centro Argentino de Ingenieros señaló que las tribunas, con capacidad para 15.000 personas, presentaban fallas estructurales y corrían peligro de derrumbe. "Se recomienda su demolición, las mismas no tienen ningún valor histórico, ésa es una excusa que usa el Gobierno de la Ciudad para no invertir en esta zona", agregó Guerrica Echevarría.
Desde la asociación presentaron un proyecto de ley a la Legislatura porteña en 2010 que volvió a ser presentado el año pasado para demoler las estructuras existentes, dejando liberado el predio para de esta forma ganar un espacio verde en la ciudad. En ninguna de las dos oportunidades se trató la iniciativa.
Mientras el Gobierno de la Ciudad y las ONGs se disputan el terreno, la zona se transformó en un lugar inseguro, oscuro y con usos que poco tienen que ver con el deporte y el tiempo libre. Es que según denunciaron desde la Asociación, el club CUBA lindero con el predio, usa las hectáreas como estacionamiento para sus socios. La comisaría 23 de la zona deposita allí los autos secuestrados y hasta una empresa de mantenimiento desarrolló, en el viejo velódromo una base operativa; una realidad que dicen desconocer desde el gobierno.
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